lunes, 31 de octubre de 2011

El curioso caso de Benjamin Button


Curioso, curioso.
No, no hay límite en el tiempo.
Y la última imagen te golpea sin necesidad de palabras ni melodrama.
David Fincher es un genio.

Edipos




"I'll destroy you, Mother!"

(Martin Von Essenbeck, La caída de los dioses)

domingo, 30 de octubre de 2011

Niña libre

Yves Lavandier dice que según el análisis transaccional todos nos comportamos, pensamos y sentimos de tres maneras distintas: modo Adulto, modo Niño (cuando se copian comportamientos de cuando se era niño) y modo Padre (cuando se siguen pautas de los propios padres). Además, el Padre puede ser crítico o alimenticio; el Niño puede ser adaptado sometido, adaptado rebelde o libre.

Él habla en masculino, claramente, porque sospecho que es ciertamente misógino. Sus analogías psicológicas me ponen un poco nerviosa por su aparente rapidez para extraer conclusiones. Pero como, por razones que no vienen al caso, le debo bastante en definitiva a ese tipo de análisis, sigo.

También dice que la creatividad está relacionada con el Niño Libre. Así que si mimamos a los Niños y a las Niñas Libres (a las que alguna vez fuimos y que seguimos abrigando en nuestro interior) estamos haciendo algo importante por nuestras historias y relatos (especialmente, por aquellas que sean cómicas).

Es divertido:

-¿De qué es la tarta que estás haciendo? (Adulto o Adulta -a menos que la persona en cuestión esté haciendo algo como rizarse el pelo)

a) -Deja de hacer ese tipo de preguntas todo el tiempo. (Padre crítico o Madre crítica)
b) -Es de cerezas, la tarta es de cerezas. Estará lista en veinte minutos. ¿Quieres sentarte aquí a mi lado y esperar conmigo? Después podremos probar un trocito. Verás qué buena. Espera. ¿Adónde vas? (Padre alimenticio o Madre alimenticia)
c) -Lo siento, perdón. No quería dar la sensación de estar haciendo una tarta. (Niño o Niña sometida)
d) -La tarta es de lo que a ti no te importa. Y deja de meterte en mis asuntos. (Niño o Niña rebelde)
e) -¿La tarta? Oh, pues puede que de cerezas. Bueno, quiero decir que era de cerezas; sí, esa era la idea. Pero estoy pensando que las cerezas, con el calor del horno, se deben de convertir en otra cosa radicalmente distinta de las cerezas. Algo que quizás ya no podamos llamar cerezas. Y quizás por lo tanto, la tarta tampoco pueda llamarse tarta de cerezas. Así que creo que debería buscar otro nombre. Aún estoy pensando en cuál. (Niño y Niña libre)

Imagino que la respuesta en Adulto sería simplemente que la tarta es de cerezas. Pero, en realidad, ¿existe esa respuesta? Probablemente me esté ganando mi Niña Libre pero realmente nadie contesta así, ¿no? Y si lo hace, qué aburrido. Seguramente tendrá aun así otra cosa dentro de la cabeza.

No sé. Mi Niña Libre. Mi Niña a secas. Me alegra que alguien la haya mencionado. Siempre es bueno pensar en ella. La recuerdo con media melena, flequillo y leotardos rayados blancos. Y puede que con baby de cuadros. Y es extraño, porque apenas recuerdo tener flequillo antes de los veinte años. Pero esas criaturas son las responsables, estoy segura, de la mayor parte de los mitos sobre los que todavía se sustentan nuestras historias; y también, por mencionar un ejemplo más trivial, de que las magdalenas (cupcakes) un poco grandes un día, simplemente, pasaran a ser muffins. ¿Qué haríamos sin ellas? (Sin las magdalenas, sin los muffins y sin las Niñas).




"Durante la Segunda Guerra Mundial, en el gheto judío de Vilnius, una mujer dirigía un teatro. Con su escasa ración de pan, modelaba pequeñas figuritas. Y todas las noches daba vida a sus actores de miga de pan ante espectadores hambrientos y destinados a morir. Todas las noches hasta el final. (...) La historia no lo dice, pero podemos apostar a que la mujer que daba vida a su teatro de miga de pan en el gheto de Vilnius hacía reír a sus espectadores".


(Yves Lavandier, La dramaturgia)

martes, 25 de octubre de 2011

Velada brujil


Fiesta otoñal brujil del colectivo BAH (Bajo el asfalto está la huerta). Este viernes 28 de octubre, a las 20h. en CSOA Casablanca (C/ Santa Isabel 21-23, Metro Antón Martín).

Bruja soy.
Noviembre está cerca, muy cerca.

domingo, 23 de octubre de 2011

sábado, 22 de octubre de 2011

Dramaturgia avícola


¿Es la clásica historia del patito amarillo discriminado y excluido por todos sus hermanos negros? ¿O trata más bien de un patito ario que arenga a las tropas? ¿Les exhorta a que se suiciden saltando al lago de verdosas aguas que se adivina al fondo? ¿Los patitos negros son cachorros de alguna especie de gaviota y por eso no entienden la lengua en la que el patito amarillo emite sus desesperados graznidos? ¿O, mejor aún, son sordos y ni siquiera le oyen?

Dramaturgias de la imagen. Miles de posibilidades.

Una cosa está clara: hasta ahora nadie imaginó que un pato amarillo pudiera hacer puntas de ballet. Pues ahí lo tenemos.

domingo, 16 de octubre de 2011

Crisol


Hasta ahora no me había dado cuenta de lo que echo de menos aquella librería de mi barrio. Entonces no sabía que ya estaba creciendo y que empezaban a interesarme el psicoanálisis, y Bukowski, y también Salinger y Hojas de hierba. Y que a pesar del miedo e incluso del odio, ya buscaba entonces.

sábado, 15 de octubre de 2011

jueves, 13 de octubre de 2011

lunes, 10 de octubre de 2011

Rindfleisch*


*- carne de vaca -

domingo, 9 de octubre de 2011

Danzad, danzad, malditos






Vuelvo de ver Pina. Mi primera experiencia en 3D. Mientras convertidas y convertidos todos en nerds, mirábamos la pantalla, yo pensaba a toda velocidad. En Isadora. Y en los curiosos hilos que amarran la vida, la danza y la escritura. Todo un misterio, por ahora.

Por eso me dedico, por el momento, a las imágenes.



* Todas las imágenes son de Isadora Duncan. La última es una coincidencia poética y un homenaje personal.

domingo, 2 de octubre de 2011

Lolina

Ha vuelto a suceder. Que las palabras se han mezclado con el zumo de naranja y el café del desayuno.

Y un precioso regalo:

"Cecais os nosos temas sexan sempre os mesmos. Si, iso di a Crítica literaria, pero xa sabedes que a min me gusta non facer caso, e experimentar moito máis de vagar. Xa sei que así se tarda máis en chegar, pero se chega segura e non se chega con todo, con todo o que sobra.
Cecais sexan os que sexan os subtemas comentados da nosa literatura sempre estará aí a desorientación sexual - coa que nos conformou o mundo-, e o medo (xenealóxicAmente conxénito) e as cores simbolizando cada un dos nosos contos e os seus pecados: o adoctrinamento.
Si, por iso cando me puxen a escrever esta mañá sobre a novela de Lol. non sabía qué personaxe estaba confuso, quen debía sair do armario e quen non, e á contra atopei a unha morea deles relacionándose nos dous sentidos (aínda que hai máis). Entón, quen tiña que espabilar neste brancuxento conto? é o ambiente, a voz tremente, tatexante, é o abafante ESTAR das personaxes as que me levan a querer abrirlles as portas (ó millor debería comezar por abrir as miñas!, pero segamos coa literatura...). A que saian do coche.
Na escena na que Julia está no coche, e o seu home -cuxo nome como todos os da historia comezan por E- se lle achega, non podo máis que pensar nas esceas do coche diante da casa na urbanización, de todas as pelis: a miña escena favorita é a das Virxes Suicidas, cando Lux volve correndo rachando o silencio da noite e do disimulo.
Pois ben, cecais os nosos temas sexan sempre os mesmo, que o vermello é bo como dí Pipilotti na súa Pepperminta, simbolizando a forza no sangue menstrual, é dicir a nosa fortaleza, a luita por ela e a autodefensa; a nosa liberdade tamén de portas para fóra...
Aquí estamos, comezando o outono e medrando no mesmo.
Este vai ser o noso ano, pequena. Don't (you) worry..."*




Noviembre se acerca.












Página vista en total